Cuando la solución parece clara, pero la realidad no lo es


En las últimas semanas, hemos explorado el caso ficticio de GameStudioX, una empresa que intenta ser ágil, aunque en realidad solo “hace agilidad”. 

Hoy queremos seguir en el supuesto: seguimos formando parte del equipo y alguien ha traído una propuesta muy elaborada con cambios para mejorar: métricas, conversaciones… 

Y nos surgen algunas dudas:

  • ¿Creéis que la propuesta resultará inspiradora? ¿Intimidante? ¿O quizás generará rechazo?
  • ¿Cómo os habéis sentido cuando se propone un cambio que suena bien, pero no encaja con la realidad o la energía del equipo?
  • ¿Habéis vivido intentos de mejora que no funcionaron?

Además os invitamos a pensar en un cambio pequeño y realista. Algo que podría hacerse como individuos sin que todo el mundo cambie primero. Puede ser adaptar una práctica, tener una conversación difícil o simplemente cambiar algo que hagamos en nuestro día a día.

¡Gracias por haber seguido la serie hasta aquí!

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