Glosario de términos: cultura tóxica en agilidad

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Hablamos de 10 conceptos relacionados con las culturas tóxicas que pueden generar fricciones y problemas profundos en nuestros equipos.

Tal y como prometimos, aquí van las definiciones de los términos que compartimos:

  • Cultura del silencio: cuando no hay seguridad psicológica para expresar desacuerdos o problemas.
  • Gaslighting laboral: manipular a alguien para que dude de su propia percepción (“te lo estás imaginando”, “no fue tan grave”).
  • Positividad tóxica: imponer siempre un discurso “positivo”, aunque eso suponga no admitir ningún tipo de crítica ni abordar los problemas reales.
  • Cultura del héroe: se premia al que se sacrifica y apaga fuegos, en vez de prevenir que ocurran.
  • Micromanagement: control excesivo y falta de confianza en la autonomía del equipo.
  • Blame culture: señalar culpables en lugar de aprender de los errores.
  • Agile Theater: aplicar prácticas ágiles de forma superficial, sin mentalidad ágil detrás.
  • Individualismo competitivo: cada persona se centra en “ganar” por encima del propio equipo.
  • Burnout cultural: cuando el agotamiento no es de un individuo, sino que se normaliza en toda la organización.
  • Feature factory: priorizar cantidad de entregas por encima del valor real.

👉 No queremos quedarnos en la teoría. La experiencia de cada uno puede hacerlo realmente útil para identificar y actuar frente a estas dinámicas:

💬 De todos estos conceptos, ¿cuál pensáis que es más invisible pero a la vez más dañino para un equipo?

Para mí cualquiera de estos conceptos puede ser consecuencia del resto, incluso puede tener factores añadidos. Pero el que más complejidad puede entrañar es el burnout cultural porque, desde mi punto de vista, implica muchos cambios muy profundos a nivel cultural y, probablemente, estructural. 

Podéis acceder al glosario completo aquí.

Comentarios (5)


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Argelia Rosario
19/08/2025 18:51

Considero que todos los conceptos son relevantes al momento de analizar una cultura tóxica; sin embargo, el que más me preocupa es la positividad tóxica. Este tipo de cultura suele disfrazarse de liderazgo y, cuando las cosas no marchan bien, puede transformarse en gaslighting laboral. Lo considero especialmente dañino porque, bajo la apariencia de un ambiente positivo, se limitan la crítica y la mejora real. Para identificar si se está inmerso en este tipo de ambiente, es fundamental contar con un buen discernimiento de los propios objetivos, tanto a nivel personal como profesional.

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Marta Berné
22/08/2025 08:20

¡Muy de acuerdo! Creo que también contribuye a que se genere una cultura del silencio: para qué decir nada, si se va a desestimar cualquier cosa que diga o se me va a invalidar. Al final tienes un equipo que calla y que cada día se siente más desmotivado, infravalorado y poco escuchado.

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Jorge Sánchez López
23/08/2025 06:54

Gran recopilación 👏. 

Me parece muy valioso que pongáis nombre y ejemplos claros a estas dinámicas, porque justo ahí está la clave: si no se nombran, no existen.

Para mí, cualquiera de estos conceptos puede ser consecuencia del resto, incluso pueden retroalimentarse entre sí. Pero el que más complejidad entraña es el burnout cultural, porque no hablamos solo de cansancio individual, sino de un sistema que normaliza la sobrecarga y la convierte en parte de su identidad. Eso implica cambios profundos a nivel cultural y estructural, y no se resuelve con un taller aislado ni con “más motivación”. 

Podemos intuir dos aspectos al menos a tener en cuenta:

Además, suele estar camuflado detrás de la cultura del héroe o de una positividad tóxica, lo que lo hace especialmente invisible.

Cuando una cultura premia el sacrificio y el silencio, el precio lo paga la motivación y la salud de las personas.

🔥 Aquí la clave no es apagar el síntoma, sino atrevernos a revisar la forma en que diseñamos el trabajo, lideramos y valoramos el éxito.

Para mí el más peligroso es el burnout cultural: normalizar el cansancio como si fuera compromiso. ¿Cuántas veces lo hemos visto disfrazado de héroes o de “todo va bien”?

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Marta Berné
28/08/2025 08:24

¿Crees que quizás la positividad tóxica puede tener más peso en tanto que es quizás más compleja? Un burnout cultural tiene unas señales muy evidentes. ¿Quizás la positividad tóxica es más fácil que pase más desapercibida durante más tiempo?

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Jorge Sánchez López
28/08/2025 10:59

Ese es un punto muy interesante, y la verdad es que tienes razón. Aunque el burnout cultural es un problema sistémico y profundo, la positividad tóxica puede ser aún más insidiosa y difícil de detectar, precisamente por lo que comentas: su capacidad para pasar desapercibida.

El burnout cultural, en su manifestación más cruda, se hace evidente a través de señales que, aunque normalizadas, son observables:

Horas extras crónicas vistas como "compromiso".

Reuniones fuera de horario o durante los fines de semana.

Falta de recursos y la constante sensación de ir "apagando fuegos".

La cultura del "siempre ocupado" como símbolo de éxito.

Estas dinámicas, aunque aceptadas, generan una fatiga colectiva que con el tiempo se vuelve imposible de ignorar. Es un problema grande y ruidoso, aunque la organización no quiera verlo.

 

Por otro lado, la positividad tóxica opera de una manera mucho más sutil y se infiltra en las interacciones diarias. Se esconde detrás de buenas intenciones y un lenguaje que parece inofensivo, pero que en realidad invalida las emociones y el malestar de las personas.

Aquí está el porqué puede ser más peligrosa a largo plazo:

Invisibilidad: No se manifiesta en una carga de trabajo evidente, sino en la anulación de sentimientos. Un "mira el lado positivo" o un "no te quejes, estamos peor que otros" pueden parecer consejos benignos, pero en realidad prohíben expresar la frustración o el agotamiento.

Aislamiento: La persona que sufre se siente aislada porque no tiene un espacio seguro para ser vulnerable. Si la cultura de la empresa exige una sonrisa constante, quien se siente abrumado o triste puede pensar que "no encaja" o que "hay algo malo en él". Esto lleva a un silencio autoimpuesto.

Efecto acumulativo: El burnout cultural es como un gran incendio, pero la positividad tóxica es como el humo que se filtra en cada rincón. Con el tiempo, la acumulación de pequeñas invalidaciones emocionales tiene un efecto corrosivo en la salud mental de las personas. Puede erosionar la motivación y el bienestar de forma tan gradual que, cuando se notan los efectos, el daño ya es significativo.

El burnout cultural puede tener señales evidentes, pero la positividad tóxica es un veneno lento que se disfraza de medicina. Es mucho más difícil de combatir porque no se trata de ajustar procesos o reducir horas, sino de desmantelar una forma de pensar que está arraigada en la comunicación diaria, un tipo de comunicación que castiga, de forma sutil, la honestidad emocional.

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