Durante años fue el faro de la transformación: acompañar equipos, impulsar cultura, ayudar a las organizaciones a aprender. Pero las empresas han madurado. Los equipos se autoorganizan. La IA empieza a acompañar mejor de lo que muchos humanos lo hacían. Entonces, ¿qué lugar queda para el Agile Coach? El propósito siempre fue generar autonomía. Acompañar hasta no ser necesario. Y, paradójicamente, ese éxito puede ser su final. Quizá el futuro no sea un rol, sino una mentalidad distribuida. Personas en todos los niveles que integran la mirada del coaching: observar sin juzgar, provocar reflexión, crear aprendizaje colectivo. Puede que el Agile Coach desaparezca como figura… Pero su esencia se diluya en la cultura, como una corriente invisible que sigue transformando desde dentro.
¿Estamos listos para soltar el rol y abrazar algo nuevo? ¿Puede una organización evolucionar sin alguien que la confronte? ¿Hasta qué punto la IA sustituirá la presencia humana en el cambio? ¿Y qué queda del “ser ágil” cuando ya nadie tiene que recordarlo? Puedes leer el post completo aquí https://agile-spain.org/2025/10/29/el-agile-coach-ha-muerto-o-quiza-solo-cambio-de-forma/
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