02/10/2025 | Marta Berné
En agilidad hablamos de equipos auto-organizados y empoderados. Pero, ¿qué sucede cuando la realidad choca con una cultura organizacional que no acompaña?
Mi respuesta a día de hoy sería no. Entre otras cosas porque si el problema es estructural (un jefe o directivo tóxico), lo más probable es que cualquier intento se desactive o incluso se castigue. La cultura tóxica suele blindar a quienes la sostienen y penalizar a quienes cuestionan. Y si se recurre a ayuda externa sin que el soporte directivo reconozca el problema, no hay un margen real.
Pero, me pregunto si hay dinámicas o prácticas que pueden ser útiles para aliviar tensiones, abrir conversaciones y generar microacciones de cuidado. El otro día me encontré con una dinámica que se llama “El elefante en la sala” y me hizo pensar.
Cada miembro del equipo escribe en una nota anónima algo que le incomoda o preocupa (“miedo a opinar”, “presión en las entregas”, *“falta de escucha”…). Después, se agrupan las notas en silencio, se buscan patrones y el equipo decide qué quiere trabajar.
La idea es sencilla: poner sobre la mesa los temas difíciles sin señalar a nadie.
El problema que veo es que puede ser útil a corto plazo, pero realmente un equipo no puede ni debe cargar solo con la responsabilidad de cambiar toda la cultura de una organización.
¿Qué puede hacer un equipo en un entorno así?
Votos: 0
30/09/2025 07:55
30/09/2025 07:59
Juan Palacio 30/09/2025 05:43
No sé, igual es meterse en un jardín :-)
Dolores Santayana 30/09/2025 07:56
Marta Berné 30/09/2025 15:32
Jorge Sánchez López 30/09/2025 09:44
Da para una post en este tema.