La forma en que definimos un problema determina cómo lo abordamos. En Design Thinking, reformular un problema es fundamental para encontrar soluciones innovadoras y centradas en el usuario.
Este ejercicio te ayudará a practicar el reframing o reformulación de problemas, una habilidad esencial para descubrir oportunidades de diseño que podrían pasar desapercibidas con una definición inicial limitada.
Principio | Descripción |
---|---|
Cuestiona suposiciones | Identifica y desafía las suposiciones implícitas que limitan la definición inicial del problema. |
Cambia la perspectiva | Observa el problema desde diferentes ángulos y stakeholders involucrados. |
Amplía el enfoque | Expande el marco del problema para incluir factores contextuales más amplios. |
Formula en positivo | Convierte los problemas en desafíos u oportunidades utilizando "¿Cómo podríamos…?" |
Selecciona un problema inicial y reformúlalo desde las diferentes perspectivas sugeridas, o crea un problema personalizado para trabajar.
Reformula el problema como una oportunidad utilizando "¿Cómo podríamos…?"
Ejemplo: "No hay suficientes zonas verdes" → "¿Cómo podríamos introducir más naturaleza en espacios urbanos limitados?"
Reformula el problema desde la perspectiva de otro grupo de interés.
Ejemplo: "Los niños no comen verduras" → "Los padres no saben cómo presentar verduras de forma atractiva para los niños"
Reformula el problema considerando un contexto más amplio o las causas subyacentes.
Ejemplo: "La gente tira basura en la calle" → "El sistema actual de gestión de residuos no es accesible ni conveniente para todos los ciudadanos"
Identifica y cuestiona una suposición implícita en el problema original.
Ejemplo: "Los jóvenes pasan demasiado tiempo en redes sociales" → "Las interacciones sociales digitales son menos valiosas que las presenciales"
Crea tu propia reformulación utilizando cualquier enfoque que consideres relevante.