Me reí mucho cuando vi este meme de la imagen a la izquierda, sobre todo porque es exactamente así como me siento a veces… y parece que esté en un sótano donde el trabajo del coach ágil no es visible, jajaja.
En conversaciones al respecto hablábamos que quizás el trabajo más difícil sea el de médico, ya que a veces se mueren personas, y eso es muy duro. Luego caímos en la cuenta que la cuestión del post es sobre la dificultad de desempeño y, aunque ser médico es emocionalmente duro, sus intervenciones se basan procesos muy probados y siempre están «arropados» en las decisiones difíciles por un comité médico.
La dificultad en el desempeño de un coach ágil es que lidia con la resistencia al cambio. Como expertos en Agilidad traemos cambios a las rutinas y hábitos de los profesionales, y las personas nos negamos de forma natural, por miedo o dificultad, a realizar algo nuevo o diferente. El ser humano es un animal de hábitos y le agrada tener todo bajo control, en consecuencia las situaciones nuevas pueden generar caos, incertidumbre y descontrol.
Las personas están más dispuestas a cambiar cuando ven que sus líderes están cambiando de forma activa, que estos actúan dando ejemplo de cambio. Hay muchas razones de resistencia por parte de los líderes al cambio organizacional:
- Miedo a lo nuevo
- Temor al fracaso
- La gran inversión económica que representa una transformación ágil
- Pérdida de dinero, trabajadores, clientes o proveedores.
- Cambios en los beneficios/bonus que ofrece la organización
- Desconocimiento o desinformación del porqué se realizan los cambios y sus aspectos positivos y/o negativos
Y ahí estamos los coaches ágiles promoviendo el cambio, nadando a contracorriente, sacando a la gente de su zona de confort en una situación en la que no hay un peligro inminente. Algunos líderes ven en el cambio una oportunidad de mejorar, aprender y superarse, y dan permiso a sus equipos a fallar para aprender. Otros se dejan llevar por sus miedos, o tienen otros intereses, así que no escuchan al coach ágil y toman decisiones o ponen restricciones no alineadas con la Agilidad.
Y esa es la razón por la que coach ágil es uno de trabajos más difíciles que existen, su foco está en aquellos que por ahora son un impedimento para la transformación ágil y no sienten la necesidad de cambiar y liderar el cambio.
Un coach ágil sabe que su propio crecimiento es resultado de facilitar el crecimiento en la entrega de valor de otros. Ser coach ágil es una gran oportunidad para servir a los demás, de hacer trascender más allá del logro de un resultado puntual de una actividad o el cumplimiento de un objetivo. Se nos ponen por delante cada día nuevos y apasionantes retos para mejorar la forma de trabajar de equipos y líderes. En mi experiencia es uno de los trabajos más difíciles que existen y a la vez uno de los trabajos más motivantes y apasionados.