¿Cómo debemos comportarnos cuando aplicamos formas de trabajar ágiles? Muchas veces los equipos se encuentran perdidos en «ahora» qué pueden y que no pueden hacer. Sobretodo esta sensación se puede palpar en equipos que quieren hacer bien las cosas para aprovechar al máximo la potencia de esta nueva cultura. Podemos detectar esta situación con preguntas como:
- ¿Pero puedo hacer esto?
- ¿Está permitido esto en Agile?
Y, ¿cómo podemos guiar a estas personas para que, de manera autónoma, sepan que es recomendable hacer y qué no lo es? La respuesta la tenemos en los Valores y Principios de Agile y por supuesto de scrum. Definir qué son los valores y diferenciarlo de los principios es algo difícil pero a su vez es fundamental ya que sino, desde mi punto de vista, es muy difícil de introducir y de mostrar su utilidad. He encontrado muchas definiciones en Internet pero ninguna me terminaba de aclarar ni me permitía interiorizar ese significado y utilidad.
Por suerte, asistí a un curso de SAFe Scrum Master donde mi profe y amigo Alex dio una definición perfecta para mi: «Los valores son aquello en lo que creemos y los principios son directrices que nos va a permitir comportarnos según los valores«.
Por tanto, si conocemos los valores y principios podemos tomar decisiones acorde a la cultura Agile y del marco scrum.
Hace poco he estado trabajando junto con Alex en la escritura de un capítulo o apartado, no sé cómo lo incluirán, de una guía de Scrum de Scrum Manager sobre los Valores y Principios de Scrum. Tras ello decidimos escribir una entrada en nuestros Blog con nuestro toque personal. Os recomiendo que completéis lo que aquí comparto con su artículo 🙂 (¿Cuáles son los valores de Scrum?).
Tras este trabajo consideramos que en Scrum creemos en:
- Poner Foco: Nos centramos en trabajar en el mínimo número de cosas posible y evitamos distracciones de manera que consigamos entregar antes, trabajar mejor juntos y obtener resultados de mayor calidad.
- El Coraje: Dado que el equipo es uno y por tanto no afrontamos los retos y objetivos solos, podemos aceptar retos mayores confiando en poder alcanzarlo todos juntos.
- La Franqueza: Contamos de manera clara cómo avanzamos, los problemas que tenemos y manifestamos nuestras preocupaciones.
- El Compromiso: Nosotros somos los que controlamos la cantidad de trabajo que hacemos y cómo lo hacemos por tanto nos comprometemos al resultado esperado.
- El Respeto: Al trabajar juntos, compartiendo éxitos y fracasos, nos iremos conociendo y respetando cada uno como es, asumiendo que todos aportamos lo mejor de nosotros mismos en cada momento.
Y para conseguirlo podemos guiarnos con estas directrices o principios (basados en el artículo de Juan Palacio: Escipientes y principios activos de scrum):
- El producto tiene un objetivo definido, conocido y asumido por todos los miembros.
- El criterio de prioridad se realizará basado en las necesidades manifestadas por el cliente e indicará las funcionalidades inmediatas para avanzar hacia el objetivo.
- No hay información oculta y en las decisiones se tienen en cuenta las consideraciones y aportaciones del todo el equipo.
- Todos los miembros tienen la competencia profesional necesaria para aportar un trabajo valioso.
- Todo el equipo tiene confianza real en el desempeño, valor y compromiso de los demás.
- Cada persona tiene el margen de actuación y decisión necesario para su aportación al proyecto y es responsable de sus decisiones, acciones y omisiones.
- El desarrollo se realiza con una cadencia de avance objetivo continuo y sostenible.
- De forma periódica el equipo analiza su forma de trabajo y tomará entre 1 o 2 acciones concretas y medibles de mejora.
Espero haberte ayudado a estar más cómodo en los primeros pasos con la agilidad y más en concreto con scrum.