El resultado de scrum depende de la combinación de sus dos componentes:
• Técnicas o prácticas empleadas para desarrollar de forma incremental y continua.
• Valores y cultura de la organización.
Usar prácticas ágiles en una organización sin cultura ágil no es propiamente agilidad, sino ingeniería concurrente (solapamiento de fases) con ciclo de vida incremental. Loque se puede denominar “agilidad técnica”.
La agilidad técnica es adecuada para trabajos, en los que por su mecanicidad resulta más eficiente basar la calidad y homogeneidad del resultado en ingeniería de procesos, que en el conocimiento profesional de las personas que lo realizan. En este sentido, la agilidad técnica resulta apropiada cuando la entrega temprana y el incremento continuo son un valor relevante para el cliente.
Agilidad técnica y scrum
Sin embargo, hay entornos profesionales donde la innovación y el ingenio son imprescindibles para aportar verdadero valor al producto. En estos casos, el conocimiento profesional de las personas que realizan los distintos procesos es fundamental. Un ambiente scrum potencia el talento de equipos compuestos por personas competentes y motivadas. Esto es lo que se conoce como Agilidad.
El secreto de scrum consiste en gestionar ciclos de entrega continuos aportando en todos valor al producto:
Ciclo de vida
Scrum no tiene como objetivo entregar el producto completo y terminado en el tiempo y con el coste previsto, sino suministrar lo antes posible un producto mínimo viable e incrementar su valor a través de iteraciones de desarrollo breves y continuas.
Valor del producto
El valor del producto depende y es proporcional al conocimiento profesional de las personas que lo desarrollan, a diferencia de la producción industrial que confía el valor del resultado al know how explicitado en los procesos y la tecnología empleados.
La gestión de un ciclo de vida que incremente el producto de forma continua e iterativa, se consigue aplicando determinadas técnicas y prácticas.
Sin embargo la aportación del conocimiento necesario a través de las personas no se logra por emplear determinadas técnicas, sino creando ambientes de trabajo scrum para atraer y hacer brotar el talento.
Técnicas y prácticas:
El ciclo de vida ágil se caracteriza por la entrega temprana de valor y su incremento continuo en periodos breves.
Los retos que plantea el ciclo de vida ágil son:
1.- Definición del producto mínimo viable: funcionalidades suficientes para lanzar el producto y forma en la que se deben integrar.
2.- Gestión de la evolución continua de los requisitos.
3.- Monitorización y mantenimiento de un flujo de entrega de valor constantes.
El conjunto de prácticas y técnicas ágiles proporciona el inventario de recursos profesionales para gestionar estos retos.
Así por ejemplo, para representar y gestionar la visión del producto, es habitual el uso de pilas de producto, estimación en la pared, mockups, etc.
Las prácticas para la definición y gestión de avance en sprints o las empleadas para mantener un flujo continuo de tareas con técnicas de gestión visual kanban, resuelven la monitorización del avance y el mantenimiento de un flujo constante de entregas de valor, etc.
Valores:
Para que el principal responsable del valor entregado al cliente sea el conocimiento profesional de las personas, se necesitan rasgos culturales de la organización importantes:
1.- Entrega de valor como objetivo.
Un ambiente scrum no centra el objetivo en el valor propio, sino en el entregado al cliente. Esto n supone que la organización no obtenga beneficio por su trabajo, sino que éste se considera una consecuencia, no un fin; es la consecuencia de la entrega continua de valor al cliente.
2.- Trabajo en equipo.
La interacción de los miembros del equipo, la difusión del conocimiento compartido y la fertilización cruzada de las ideas multiplica la potencia del aporte de las personas: el talento.
3.- Excelencia profesional.
La motivación y el perfil profesional de las personas de la organización, debe ser lo más alto posible.
Implicación del cliente.
Para mantener un ciclo de vida incremental con un flujo continuo de producción es necesario emplear prácticas ágiles.
Si además se necesita potenciar el talento de las personas, también son necesarios determinados rasgos culturales en la organización; pero siempre es imprescindible la implicación del cliente.
La comunicación e implicación del cliente con el equipo del producto es necesaria, porque la entrega continua requiere feedback continuo de su parte.
Si además no se trata de agilidad técnica, sino de agilidad, el equipo debe conocer y compartir la visión del cliente.
Muy bien, pero siempre me ha surgido una pregunta, en nuestro mercado siempre todos los clientes tienen un presupuesto pre-aprobado para el desarrollo de los proyectos, sabemos que este se define con base a un plan y un esfuerzo, como la filosofía de scrum es el cambio,¿ como lograr un equilibrio, un acuerdo o implementar scrum bajo la metodología del cambio y la satisfacción del cliente sin alterar el presupuesto?, o ¿si definitivamente hay que tener un buen presupuesto para poder emprender un proyecto scrum es decir un proyecto que este en constante cambio, teniendo en cuenta que esto afecta el tiempo, el plan y lógicamente los costos?
Con gestión predictiva se contrata (se debería contratar) un proyecto cerrado que es la base del plan que se ha previsto, de costes y tiempos.
Con gestión ágil se contrata (se debería contratar) tiempo de un equipo de trabajo.
Aunque este es uno de los temas en el que cada uno tiene, un poco su opinión 😉
Sun saludo.